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Espacio y tiempo Teoría Física de Lugares
Espacio y tiempo Teoría Física de Lugare
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“Espacio y Tiempo: Teoría Física de Lugares”, es una reflexión filosófica que concluye con una cinemática para manejar conjuntamente estos conceptos. El tiempo no es ente físico, no tiene realidad material. El tiempo es “memoria de sucesos” y “orden de sucesión”; pero la memoria es una potencia anímica interna al hombre y, en consecuencia, un tiempo sin fisicidad no puede curvar el universo.
Espacio y tiempo quedaron enlazados por la "Transformación de Galileo" de la Física Clásica. Pero el descubrimiento del electromagnetismo demostró insuficiente esa interpretación, quedando destronada, hace ya un siglo, por la “Transformación de Lorentz”.
La Transformación de Lorentz propone tiempos múltiples, distintos según la velocidad de cada observador: “relojes en reposo corren más rápido que relojes en movimiento”. Esta transformación se asume en la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein. Pero tan brillante teoría, además de productiva, presenta deficiencias lógicas, paradojas e intransitividades que justifican la revisión que el libro propone. Que cada observador tenga un tiempo propio en función de la velocidad que lleva su nave espacial ha inspirado maravillosas aventuras cinematográficas y de ciencia-ficción. Los propietarios del tiempo (conocedores del origen y fin de las cosas) dominaron el mundo. El asunto del espacio y tiempo termina conformando el subconsciente colectivo, nunca fue banal.
La interpretación relativista y la multiplicidad de tiempos se muestra inconsistente a la luz de la Teoría de Lugares, que atiende al proceso que sigue cualquier señal irradiada desde un evento hasta que el observador la convierte en información. La Teoría de Lugares es de aplicación universal para todo tipo de señales, de modo que, como caso particular cuando la señal de exploración es la luz,, la Teoría de Lugares debería concluir la misma formulación que la Teoría de la Relatividad Especial, pero esto no sucede: alcanza valores semejantes a bajas velocidades (hasta "c/3") que se distancian en torno a la nunca explicada "singularidad" relativista (velocidades próximas a "c"). Entiendo que la Teoría de Lugares resuelve estos problemas.
La Teoría de Lugares demuestra que señales transmitidas en un medio o lugar de propagación distorsionan la información de modo que, si no se realiza la "transformación de lugar" correcta, de la observación directa se concluirá erróneamente que, a altas velocidades con respecto de la señal de exploración, las dimensiones físicas de los cuerpos se contraen o se dilatan, o que el tiempo corre más o menos rápido según el movimiento relativo del observador.
La visión moderna del espacio y tiempo es deudora del fracaso del experimento Michelson-Morley (desde el enfoque de lugares y en las condiciones del experimento, el resultado es el que debería haberse esperado; es decir, ninguno); pero el mérito principal descansa en la transformación de Lorentz y la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein. El libro dedica sendos apéndices a estas propuestas.
Cuanto más básico es un problema, más difícil de reflexionar; pero ni esto, ni el hecho de que la Teoría de la Relatividad se haya sostenido durante más de cien años, significa que el problema esté resuelto. La Teoría de Lugares propone un alternativo y una reflexión profunda, El asunto del espacio y tiempo no está cerrado.
Francisco J. Carbajal
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