Esta obra se inscribe en la tradición de los atlas anatómicos clásicos ya existentes, pero con algunos aspectos y aportaciones importantes, como las introducciones que abren cada capítulo, los dibujos de excelente calidad y definición, hiperrealistas y muy detallados, un corpus muy sustancial de terminología que aparece acompañada del texto explicativo correspondiente, etc.
El núcleo de cada capítulo lo constituye una colección de láminas monográficas a todo color ordenadas lógicamente. Cada lámina consta de una o varias ilustraciones de gran calidad, a la que acompañan una serie de epígrafes que enumeran y localizan cada elemento. Todos los epígrafes se acompañan del correspondiente texto explicativo, ya sea estructural o funcional.
Aparte de todas las láminas específicas de anatomía humana, incluye otras relativas a la embriología, estructura celular y una sección dedicada a la piel.