En esta obra, publicada cuando ya había cumplido noventa y cinco años y que revisó meses antes de su muerte, la autora condensó toda su sabiduría científica y su experiencia como ser humano, componiendo una auténtica visión del mundo, que ofrece a sus lectores con la esperanza de ayudarles a ser mejores, a que se comprendan ellos mismos al igual que a la naturaleza que les acoge. Centrado en el universo que mejor conocía, el del cerebro, este libro aborda temas que a nadie le pueden ser ajenos.