Cada día se hace más evidente la importancia de los estados emocionales en el proceso de aprendizaje e integración social de los niños. Desarrollar la inteligencia emocional desde edades tempranas es fundamental y para ello se hace necesario dotar a los padres, las madres y los educadores de instrumentos que faciliten esta labor educativa.
Educar las emociones implica confiar en el niño, creer en su sabiduría interior, saber que, como todo ser humano, cada niño posee en su interior todos los recursos oportunos para crecer y desarrollarse y que simplemente necesita un acompañamiento respetuoso para hacerlo. Educar no implica imponer, sino dar espacio, ofrecer estímulos y crear el ambiente y el entorno adecuados para que cada mente se vaya abriendo a su manera y con sus tiempos y, sobre todo, disfrutando del proceso.
Este libro es una guía que permitirá a padres, madres y educadores crear ese espacio llevando a cabo prácticas, de diez a quince minutos aproximadamente, en las que el niño, a través de visualizaciones, recreará en su interior un lugar mágico lleno de estímulos. Un ambiente en el que con su imaginación podrá descubrir y sentir distintas emociones, construir su imagen, identificar cualidades en él y en los demás, experimentar sensaciones y clarificar sentimientos.
Las cuarenta y cuatro prácticas de visualización y la guía explicativa de contenidos recogen todas las habilidades y competencias de un programa completo de inteligencia emocional. El programa está inspirado en el modelo de Daniel Goleman y su adaptación a la educación por Rafael Bisquerra, lo que hace de este manual un recurso educativo que reafirma el poder de la meditación y visualización creativa para estimular la mente y el corazón de los niños.