Jane McLelland tenía solo 30 años cuando le diagnosticaron cáncer. Unos años más tarde estaba en fase 4 (o terminal) y se había extendido a sus pulmones. Le dieron una esperanza de vida de doce semanas, pero se negó a creer que no existieran medicamentos o terapias eficaces. Su formación científica le permitió examinar y asimilar cientos de artículos de investigación y la conclusión a la que llegó la dejó asombrada. ¿Habría una nueva forma de tratar el cáncer entre la extrema toxicidad de la quimioterapia de dosis alta y las terapias alternativas? ¿Una que pudiera sacar lo mejor de la medicina convencional, así como de la complementaria? ¿Sería posible encontrar un tratamiento que privara a las células cancerosas de los nutrientes que necesitan como combustible? ¿Existía la posibilidad de que ?algo? matara de hambre al cáncer, pero no a ella?
Diecisiete años después, Jane está viva, llena de energía, salud, libre de cáncer y luchando para cambiar la forma en que se trata a los pacientes de cáncer. Cómo matar de hambre al cáncer no es solo el conmovedor testimonio en primera persona de una enferma, ni la convincente historia de diagnósticos erróneos, cirugía, infertilidad, maternidad y amor contra viento y marea. Jane McLelland ofrece la oportunidad a los lectores de intervenir de forma activa en su tratamiento, encontrar los medicamentos que necesitan, revisar su dieta, usar suplementos que funcionan en sinergia con las terapias convencionales. Inspiración ante la incertidumbre de un diagnóstico de cáncer, superarlo e impedir que regrese.