Más allá de la tradición cristiana, que la vincula a la traición, la serpiente se ha relacionado en numerosas culturas con la transformación y la inmortalidad; el búho, guardián de la noche, se asocia a la verdad gracias a que puede ver en lo oscuro, y el caballo es símbolo de belleza, lealtad, fuerza y libertad. Este bestiario ilustrado recoge la esencia del trabajo de Mercedes Bellido: misterioso, magnético, inquietante.