Ni el novelista más brillante de todos los tiempos podría haber imaginado un mundo con especies tan extraordinarias como las que alberga la Tierra.
«La mayor parte de la vida animal y vegetal que hay en la Tierra todavía no ha sido descubierta (y gran parte de ella ya se habrá extinguido antes de que lo hagamos). Ignoramos cómo son el 86% de las especies de fauna y flora, y el 91% de las especies marinas (sí, solo tenemos conocimiento del 9% de todas las variedades de criaturas que hay en los océanos)... y eso no es todo.»
Con frecuencia, buscamos en la narrativa de ciencia ficción supuestos que nos muevan al asombro. Solemos creer que allí se encuentran las criaturas más extrañas y exóticas—como esas plantas fosforescentes de la película Avatar, los gusanos de arena de la novela Dune o el variopinto bestiario de El señor de los anillos—. Pues bien, este libro demuestra que, en el ámbito de la Historia Natural, la realidad supera con creces a la ficción. A la postre, todas las criaturas descritas en esas novelas maravillosas han surgido de la imaginación de un único cerebro, cuando los seres reales que nos rodean son producto de millones de años de procesos de prueba y error, y de su incesante adaptación a la variedad de hábitats que alberga nuestro increíble planeta. Sergio Parra nos revela en esta obra, con ejemplos concretos y fascinantes, que era muy cierta la frase del poeta Paul Éluard: hay otros mundos, pero están en este.