La física cuántica se ha erigido como uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se asienta la física moderna. Es una puerta a un mundo fascinante, de características sorprendentes; un microcosmos regido por la imposibilidad de la determinación exacta de pares de propiedades de una partícula, como su posición y su momento. Física cuántica realiza con maestría un descenso a los abismos de la interferometría de partículas, la teleportación, la intricación y la criptografía cuántica. Se trata de un texto indispensable, un verdadero tour de force que desafía al mismísimo Richard Feynman, Premio Nobel de Física, y a su célebre aforismo: “Nadie entiende la física cuántica.”