Mucho se habla de lo necesaria que es la educación sexual para que las personas adolescentes no corran riesgos que puedan afectar negativamente a su integridad. Mucho se discute acerca de los programas educativos que incluyan la sexualidad humana. ¿Pero qué es la educación sexual? ¿Enseñar biología de la reproducción? ¿Explicar cómo se utiliza un preservativo? ¿Insistir a los jóvenes que tengan cuidado con los riesgos del sexo?
Evidentemente la educación sexual va mucho más allá de esta visión tan reduccionista, pues la sexualidad humana no es algo que se limita al coito, sino que es un aspecto central en el ser humano a lo largo de toda su vida. La sexualidad va de conexión con el propio cuerpo (y con el otro cuerpo en caso de compartirse la experiencia). Va de respeto, de no dañar ni ser dañados. Lejos de lo que algunas personas entienden la educación sexual tiene que ver con los derechos humanos.