Nos vemos rodeados, permanentemente, de miles de gérmenes. Son tan numerosos y variados que es ilusorio pretender eliminarlos a toda costa, puesto que los medios estériles son incompatibles con la vida. Por otra parte, vivimos en armonía con la mayor parte de esos microbios, pues algunos participan de nuestras funciones vitales: bacterias intestinales indispensables para el tránsito y para la asimilación de los nutrientes; bacterias cutáneas protectoras de nuestra epidermis, y así podríamos seguir enumerando muchos otros. Por tanto, nos vemos forzados a convivir con estos compañeros microscópicos, de los cuales solo una parte muy pequeña nos puede causar daño. Un dato más: entre los microbios malintencionados, algunos de ellos son responsables de enfermedades graves, incluso mortales. Por suerte, estamos dotados de un sistema muy complejo y, en principio, competente, capaz de impedir que estos intrusos penetren en nuestro organismo: el sistema inmunitario. Este dispositivo sabe reconocer y bloquear a los agresores, a fin de que podamos gozar de buena salud. Por ello no deberíamos enfermar nunca. Sin embargo, en ocasiones, un agresor más fuerte o valiente que otros logra infiltrarse a través de nuestras líneas de defensa. Se instala en su órgano predilecto, provocando síntomas, malestar y problemas. ¿Por qué? Porque nuestras defensas se han visto, por un instante, desbordadas. Para estimular nuestro sistema inmunitario y evitar los fallos que nos llevan a enfermar tenemos que mimar nuestro sistema defensivo. Para ello disponemos de varias armas, todas ligadas a la vida sana. En este libro encontrarás la relación de 20 productos esenciales para que puedas dejar vía libre a tu imaginación y crear platos mezclando los sabores de los principales alimentos antiinfección, sin olvidar las especias y las hierbas aromáticas, que estimulan la inmunidad, sin dejar de prestar atención a los modos de cocción. Con todas estas recetas podrás conjugar el placer gustativo y el refuerzo inmunitario.