Más que una estrella de rock, más que una celebridad, Paul McCartney es un hito cultural. Como una de las dos mitades del legendario dúo de compositores Lennon-McCartney, contribuyó a transformar la música popular, avanzando desde el simplista pop de «Love Me Do» al sinfonismo vanguardista de "A Day in the Life" y a los himnos intergeneracionales como "Hey, Jude" y "Let It Be".
En el ínterin, los Beatles fueron ascendiendo desde los húmedos sótanos del Liverpool proletario hasta alcanzar unas cotas de fama y riqueza nunca antes imaginadas por un artista. Sin embargo, los mismos deseos que condujeron al grupo hasta su apogeo creativo y comercial, también sirvieron para separar a sus miembros, aunque no los lazos que los unían