Que a uno de los más grandes filósofos de la antigüedad lo revise Emerson hace de este libro un diálogo fértil que atraviesa como un cometa la noche cerrada de los tiempos. Emerson se convierte en el renacedor de Platón. Se hace hermano en saber y nos descubre con sinceridad las entretelas de su maestro en un taller en el que la pintura que gobierna la sala principal es la de la Naturaleza pura.
Y a Emerson nos lo acerca José Martí, el libertador humilde, el valenciano tropical, el devorador de libros y el esteta puro. Como lectores estamos en el centro de la telaraña que trenzan estos espejos que se miran entre sí.
De Martí a Emerson con destino Platón. Dos paradas de metro para llegar a la idea pura que ha construido casi toda la cultura que nos viste hoy, y que a veces, como en esta ocasión, nos puede desnudar también.
Pero con un libro como éste, el pensamiento no se queda frío.
Ralph W. Emerson nació en Bostón en 1803. Se licenció en Harvard, y fue profesor en su ciudad natal.
En 1829 fue ordenado pastor, cargo que abandonó en 1832 año en que inicia una gira por Europa. En Inglaterra se codea con Coleridge, William Wordsworth y Thomas Carlyle.
Vuelve a su país y se establece en Concord. Entra a dar clases en la Universidad de Boston. Se dedica a escribir discursos y a dar conferencias. Publicó libros de poemas y libros de diarios y viajes.
Es uno de los autores del trascendentalismo americano más reconocidos y queridos ya no solo por autores de su país sino por autores de todo el mundo. Fallece en Concord el 27 de Abril de 1882.