Este libro comenzó como un artículo de 25 páginas conocido como Lockhart’s Lament, que circuló en 2002 en forma de copias mecanografiadas, siendo luego recogido por el gran Keith Devlin y publicada en la Mathematical Asociation of America. El artículo era ya lo que el libro es ahora: un manifiesto contra la enseñanza de las matemáticas. El sistema educativo parte de la premisa de que la matemática es una herramienta mecánica que requiere aprendizaje de memoria y práctica interminable. En realidad es lo contrario: una exploración creativa de ideas y reglas, un viaje en un mundo de objetos y fenómenos fascinantes.
Lockhart logra exponer sus ideas revolucionarias a través de argumentos sencillos y elocuentes, y ejemplos muy divertidos que convierten su lectura en un placer raro y extremadamente revelador.