¿Cómo es posible que un mundo donde la circulación de información es cada vez mayor haya traído una reducción en la confianza de los sistemas democráticos?
La mayoría de las democracias han ido viendo cómo se debilitaban sus mecanismos de autodefensa hasta perder parte de la propia percepción y valor de lo que significa vivir en democracia. Como si no hubiéramos sido conscientes de que, bajo el espejismo tecnológico de progreso, éxito y sociabilidad, los sistemas democráticos están perdiendo la capacidad para creer en ellos mismos.
Puede que no vivamos en un mundo diseñado para desconfiar, pero sí es cierto que muchas de las estructuras que nos gobiernan se basan, en parte, en mecanismos de silencio y engaño para permanecer en el poder.
Este libro no es una crítica a los cimientos de nuestros sistemas democráticos, sino a aquellos actores que intentan explorar sus debilidades para su propio beneficio.
En la obra se analiza la relación entre información, periodismo y democracia en la última década atendiendo a factores políticos, sociales, tecnológicos y, por qué no decirlo, generacionales.