Una novela fantástica que aúna lo mejor de Harry Potter y de la historia interminable.
Jeremy ha perdido a su mamá y ahora vive con su padre, que no le dedica tiempo, y con su madrastra, que le maltrata. Por esto no le cuesta nada seguir a Finnaly McCain hasta Grislandia, una ciudad que vive sumergida en el gris desde hace trece años.
Allí conoce a Ivy, y gracias a una dragona voladora, los tres empezarán un largo y fantástico viaje en busca de la paleta de colores robada, para conseguir devolver los colores a Grislandia.