Alvin es valiente, incluso más de lo que él cree, y está dispuesto a ponerse a prueba. Por eso emprende un arriesgado viaje hacia el gran Norte, hacia las planicies donde reina un frío mortal y es muy fácil perderse: hacia la tierra de los osos polares y de los lobos... Viaja solo, con escaso equipaje y unos pocos ahorros, demostrando a cada paso que es capaz de cuidar de si mismo y de conseguir su objetivo, rumbo al Norte.