Todo aquello que nos e escribe existe sólo en la memoria de los que lo vivieron, y muere con ellos. Esta evidencia, aunque no solo ella, fue lo que movió a Javier Botella a contar, con detalle, con pasión, con fidelidad, también con humildad, sus montañas por el mundo. Por eso este libro tiene una doble y apasionante lectura. Por un lado el nexo geográfico, físico, de las montañas animó al autor a ordenarlas atendiendo a su situación, y eso hace que más de 700 montañas sean descritas con todo lujo de detalles, continente por continente. Por otro, imposible sustraerse a la vivencia personal, a ese montañismo "normaL” que a veces nos permite llegar, con miedo, con errores, con fracasos, y otras veces nos deja a medio camino. Por eso de esas 700 montañas, 269, desde el Aconcagua hasta la Zugspitze, desde el Everest hasta el Agri Bavnehoj, pasando por las altas rutas de los Pirineos,