En el mundo moderno, cada vez más personas sufren de ansiedad, de desequilibrios o de estrés, lo que va haciendo mella en el día a día, socavando el equilibrio mental y dañando el cuerpo, generándole distintos trastornos psicosomáticos. Evidentemente la respuesta está en nuestro interior: en la consciencia, en los propios y condicionados esquemas mentales, en una escala de valores que desencadena en incorrectos hábitos de vida que a la postre nos enferman, algo así como una insaciable y errónea búsqueda de la felicidad fuera de nosotros, desoyendo las verdaderas necesidades y el propósito existencial. El yoga es un método de desarrollo integral y de perfeccionamiento humano que abarca el cuerpo, la mente y el espíritu. El ayurveda, por su parte, está considerado como el primer sistema de salud holística del mundo, con sus más de 5000 años de antigüedad. Tanto el yoga como el ayurveda son esencialmente vías de liberación del dolor, en todos sus planos, desde el somático o físico hasta el mental, y lo mejor, no requieren creer en nada que no sea tu propia verificación, te invitan incluso a cuestionar sus técnicas probándolas en tu laboratorio interior, no precisas afiliarte a ningún grupo, están más allá de ideologías e incluso de conceptos, sólo exigen práctica y validación.